La OMG, cataloga la Obesidad como una epidemia y la
mas grande para este siglo, con grandes repercusiones para nuestra salud. Ahora
la cosa no es simplemente cuando se llega a ser obeso que comienzan los
problemas, con el hecho de haber adquirido unas libritas de más comienzan a
aumentar paulatinamente los riesgos de salud, por eso, es conveniente tomar las
medidas correctivas para revertir la situación cuanto antes.
Para la Organización Mundial de la Salud, el índice de masa
corporal establece
si el peso se encuentra dentro de los rangos normales o comprueba el grado de
sobrepeso. Cuando el resultado de este cálculo es mayor a 25.5, estamos
entrando en el rango de sobrepeso. Existe una
relación directa entre el aumento del IMC y el desarrollo de
enfermedades asociadas y muerte prematura.
Estos datos son interesantes y lo mas importante tomar
las medidas correctivas, si bien este primera etapa es la que menor riesgo
tiene, no por ser el comienzo está exento de complicaciones. La esperanza de vida
comienza a reducirse
significativamente a medida que la persona aumenta de peso. Al llegar a la obesidad mórbida,
ésta se
reduce aproximadamente 12 años en las mujeres y dieciséis en los hombres, por
lo que sólo uno de cada diez obesos llegará a alcanzar la expectativa de vida
de 76.9 años.
Entre los 30 y los 42 años, un aumento de sólo 500
gramos en el peso corporal puede significar un incremento del 1% en el riesgo
de vida. Luego de los 42 años, el riesgo aumentaría al 2%. Aumentar solamente 9
kilos puede empeorar nuestra salud considerablemente.
-Debemos de considerar que el riesgo de padecer diabetes del tipo II se duplica al
comenzar a engordar, de igual manera se incrementa el riesgo de padecer una
enfermedad cardiovascular. Cuando el peso comienza a subir, los riñones,
hígado, páncreas y corazón son sometidos a un esfuerzo extra para poder
realizar las funciones normales.
El hígado y los riñones deben eliminar mayor
cantidad de toxinas, el páncreas debe segregar más insulina y el corazón debe bombear
mayor cantidad de sangre. Así es como aparecen enfermedades como deficiencias
renales, diabetes e insuficiencias cardíacas, entre otras.
¿Cuales son las buenas noticias? Son que es posible
revertir la situación. Con sólo volver a los índices normales, estos problemas
pueden mantenerse bajo control y recuperar nuestra salud. Una vez que la
obesidad ha avanzado, podemos padecer algunos daños de forma irreversible, por
eso es necesario actuar cuanto antes. Sólo unos kilos de más pueden hacer la
diferencia entre la salud y la enfermedad.
¿Qué es
obesidad severa?
Se define cuando el IMC (Índice de Masa
Corporal) es igual o superior a 35. La obesidad severa se asocia a un gran número de
enfermedades asociadas, que tienen impacto sobre la salud y la calidad de
vida, al tiempo que acortan la esperanza de vida.
Cuando la obesidad se convierte en severa disminuye enormemente la
cantidad y calidad de vida de los pacientes.
Cuando la obesidad es una enfermedad crónica, los
síntomas se desarrollan gradualmente a lo largo de los años. En la etapa inicial,
la obesidad dificulta la marcha, produce dolor de rodillas, de espalda,
cansancio y falta de aliento. Se reduce la capacidad para la realización de las
labores de la vida diaria: caminar, subir escaleras, ponerse calcetines o
medias, atarse los zapatos, problemas en el aseo personal, alcanzar objetos de
estantes altos, dificultades en las relaciones sexuales… Si la obesidad severa
persiste pueden aparecer enfermedades potencialmente mortales, como la diabetes
tipo 2, la hipertensión, artrosis, ciertos tipos de cáncer, colesterol elevado
apneas del sueño y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (infarto de
miocardio y/o trombosis cerebral).
Mortalidad
El riesgo de fallecer prematuramente por diversas enfermedades aumenta a medida que lo hace el IMC. Además, cuanto mayor es la duración de la obesidad, mayor es el riesgo de muerte prematura. Cada año, 320.000 personas fallecen en Europa por causas directamente relacionadas con la obesidad. Hay un aumento de la tasa de mortalidad directamente relacionado con el aumento de peso: en personas cuyo peso está un 50% por encima del peso promedio, el riesgo de una muerte prematura se dobla en comparación con las personas no obesas.
El riesgo de fallecer prematuramente por diversas enfermedades aumenta a medida que lo hace el IMC. Además, cuanto mayor es la duración de la obesidad, mayor es el riesgo de muerte prematura. Cada año, 320.000 personas fallecen en Europa por causas directamente relacionadas con la obesidad. Hay un aumento de la tasa de mortalidad directamente relacionado con el aumento de peso: en personas cuyo peso está un 50% por encima del peso promedio, el riesgo de una muerte prematura se dobla en comparación con las personas no obesas.