¿Cómo actúa
el ser humano? ¿Cómo responde a las circunstancias de la vida? ¿Por qué el ser
humano se enferma? ¿Cuál es la raíz de toda enfermedad? Es aquí donde las
emociones son una respuesta natural de nuestra naturaleza animal (Sistema
Límbico del cerebro) para evaluar si una determinada situación o circunstancia
favorece o no nuestra supervivencia. Las emociones se liberan o generan por el
contacto sensorial con el mundo exterior mediante los cinco sentidos. Por tanto
podríamos decir, en su primera fase, la
reacción emocional, es una función fisiológica del sistema nervioso, no es
un proceso psicológico.
La cultura China
y otras tradiciones orientales además de los cinco sentidos consideran la mente
como un sexto sentido, y por lo tanto las imágenes mentales generadas por uno
mismo (consiente o inconscientemente) funcionarán de la misma manera que las
imágenes exteriores reales aportadas por los cinco sentidos para generar
reacciones emocionales. Una vez generada por la mente, la emoción deja el
dominio de la mente y entra en el sistema de meridianos corporales como una
forma de energía la cual viaja a través de los canales energéticos.
Similar a
todas las formas de energía humana, las emociones producen profundos efectos
fisiológicos en los órganos, glándulas y otros tejidos. Dicho de otro modo la
mente asigna un valor al estimulo sensorial físico o cerebral, y pone en marcha
una poderosa corriente de energía emocional a través de los canales de energía del
cuerpo.
Una vez que esa energía está en movimiento
adquiere vida propia, produciendo secreciones de diversas hormonas, liberación
de neurotransmisores en el cerebro y sistema nervioso, cambios en el ritmo
cardiaco y presión sanguínea, ajustes de la respiración y estimulación o
supresión de la digestión y la perístasis. Lo conocido como enfermedades
Psicosomáticas. Cuando una reacción emotiva se hace extrema y se prolonga o se
repite con frecuencia se produce una serie de reacciones fisiológicas graves
que desequilibran todo el sistema energético. Psicosomáticas, son aquellas
enfermedades donde el factor emocional juega un papel dominante en su génesis.
Conforme a lo anterior y dando por
descontado que las emociones son energías, podemos decir que toda terapia
dirigida a sanar las enfermedades psicosomáticas deberá dirigirse
específicamente a la energía, porque su desequilibrio terminará
provocando la enfermedad. Por eso se dice, con mucha razón, que la
enfermedad es un proceso dinámico. La palabra "emoción" se entiende
como: prefijo e igual origen, moción igual movimiento. Significa origen del
movimiento, agregaríamos origen del movimiento de la energía...
En el sistema de salud chino a las
reacciones extremas se llaman las "Siete Emociones Perjudiciales" que
según ellos son las principales causas internas de la enfermedad:
1º La alegría. La alegría y la
risa en exceso dañan al corazón y dispersan el espíritu.
2º La Ira/Rabia. La ira daña la
energía Yín del hígado que controla la sangre, la bilis y otros fluidos
asociados. Este desequilibrio aumenta la energía Yang del Hígado que asciende
hasta el corazón y la cabeza, produciendo dolor de cabeza, mareo, visión
borrosa y confusión mental. Los frecuentes estallidos de cólera dañan al Hígado
daño que incrementa mas a la rabia estableciendo un círculo emocional
destructivo. También el hígado dañado produce problemas en la vista.
3º La Tristeza. Bloquea la
energía y daña los pulmones. También perjudica al intestino grueso pudiendo
producir estreñimiento o colitis ulcerosa; además la angustia crónica daña las
actividades del páncreas y estomago.
4º La Preocupación. La
concentración excesiva (obsesiva concentración mental en un problema) daña el
bazo, páncreas y puede perjudicar la digestión.
5º La aflicción. Los periodos
prolongados de gran aflicción hacen que se disipe rápidamente la energía vital
produciendo un grave debilitamiento del Sistema Defensivo del cuerpo, de la
resistencia. La medicina sabe bien que las personas afligidas son vulnerables a
las enfermedades graves entre ellas el cáncer.
6º El Miedo. El temor en exceso
daña la energía de los riñones haciéndola bajar produciendo a veces el
descontrol de la vejiga (el atemorizado se orina) por otro lado si la energía
renal es débil (por ejemplo una infección crónica) se es propenso al temor
crónico. El temor y la paranoia crónicos causan fácilmente insuficiencia renal
y daño permanente a los riñones.
Los niños que
se mojan en la cama suelen tener sentimientos de miedo.
7º El Susto. El susto se
distingue del miedo por su naturaleza súbita e inesperada, que conmociona al
organismo provocando una dispersión de la energía, dañando principalmente al
corazón en su fase inicial si el susto persiste se transforma en temor crónico
y dañará también a los riñones.
Se hallan
otras causas internas que nos enferman dependiendo del valor que la mente
asigna o asignó al estimulo sensorial, éstas son el resentimiento y
las criticas.
a) El
Resentimiento. La misma palabra nos indica su significado "re-sentir”,
recordar y sentir ahora cosas que ya pasaron en forma continuada día a día. Un
resentimiento largamente cultivado, una pena que tuvimos y la recordamos como
si fuera hoy, el sentirnos culpables hoy por lo que ya fue, el no perdonar lo
que nos hicieron puede carcomer el cuerpo hasta convertirse en la enfermedad
que llamamos cáncer. Se sabe que cuando alguien se queja de mucho dolor
generalmente es una persona que carga con mucha culpa. Se ha comprobado que al
perdonar y renunciar al resentimiento se puede disolver incluso el cáncer
(nunca dejar los tratamientos médicos)
b) Las
Críticas. Con frecuencia el hábito permanente de la critica (somos severos en
juzgar nuestros comportamientos y el de los demás) conduce a problemas óseos
como la artritis.
En el próximo tema daré el tratamiento que se emplea para armonizar este desbalance energético.
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